Un pollito en la Antártida
- Dankris
- May 6, 2016
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Updated: Jan 28, 2023
Entre las cálidad tierras de las islas caribeñas se encontraba un pollito muy peculiar, éste pollito no quería ser gallito quería parecerse a otras aves no voladoras que según él eran más hermosas y elegantes.
Un día su padre le preguntó que haría con su vida pues muy pronto dejaría de ser pollito y se convertiría en un gran gallo. El pollito todo enfurecido le gritó-¡Yo no quiero ser gallo, yo nací para ser pingüino!- su padre quedó sorprendido ante tal manifiesto.
¿Cómo un pollito puede convertirse en pingüino? La madre del pollito lo miraba perpleja ante tal locura- Hijito mío, ¿te has golpeado la cabeza?- le cuestionó la gallina con evidente preocupación pensado que su hijo había perdido la razón.
Los padres del pollito no sabían que hacer, sin embargo, su tía que también estaba presente, si parecía emocionada con tener un sobrino pingüin.-Sobrino, no le hagas caso, son de “mentes pequeñas“, yo tengo amigos en la Antártida, puedo hablar con ellos para que te reciban y puedas ser el mejor pingüino de todos.-exclamó feliz la tía.
El pollito estaba eufórico se iría a la Antártida para ser un pingüino. El padre enfurecido lanza un cacareo- Hermana, ¿has perdido la cordura? Desde cuando has visto que un pollito se convierta en pingüino eso es ir contra la naturaleza- decía mientras agitabas sus alas.
Sin embargo, cualquier consejo que los padres del pollito le dieron fueron en balde porque el pollito siguió sus sueños y se fue a la Antártida a vivir.
Sus jóvenes ojos no podían dejar de ver a su alrededo, todo era tan frío y tan blanco, muy diferente a las tierras caribeña. Su pequeño cuerpo amarillo con poca grasa era algo inusual para aquel inhóspito ambiente, no dejaba de titiritar.
-¡Miren, un pollito en la Antártida!- gritaron los pingüinos más jóvenes. Los amigos de la tía se le acercaron para darle calor- En lo que desarrollas grasa para el frío glacial nosotros te daremos calor- comentó la mujer pingüino.
Pasó el tiempo y el pollito apenas había desarrollado un poco de grasa pero insuficiente para soportar el frío hielo, tampoco su piel y sus colores son de pingüino, en vez de graznar seguía piando y cacareando.
Un día dejó el cálido nido que le hicieron los pingüinos y por causa de sus patas resbaló hasta llegar al agua, por suerte no llegó a sumergirse pero quedó frente a su reflejo. Ya no era más un pollito, era un gallo majestuoso. Se odio a si mismo por no ser un pingüino elegante- ¡y yo aguantando el frío pensando que sería pingüino y no soy más que un simple gall0!- Daba pataletas contra el suelo y un polluelo lo vió- ¡Eres el ave más lindo que he visto! ¡tus plumas son hermosas señor gallo! La vecina me dijo que usted viene de tierras lejanas, donde no hay hielo y siempre está caliente…- el pollito que ya no era pollito, recordó sus tierras caribeñas y deseó volver-… Cuando sea grande quiero ser gallo en vez de pingüino, quiero tener plumas con colores tan lindos como los suyos ¿me llevaría a su tierra para poder ser gallo?- comentó el polluelo.
El gallo se vió reflejado en los ojos del polluelo- Yo vine a tu tierra para ser pingüino y mírame, no importa a que tierra lejana vayas, hagas lo que hagas siempre serás pingüino como yo nunca dejaré de ser gallo- dijo más para si que para la pequeña ave.