Café
- Dankris
- Jun 2, 2016
- 2 min read
Updated: Dec 22, 2022
Recordarte es como ver el Sol
desde el interior de un aposento frío,
veo su luz pero no siento su calor.
Me odio a mi misma por pensarte,
por nombrar tu nombre en mi vulnerabilidad y deseo.
Fuiste en mi vida más que ese café mañanero que estimula mi energía,
me calienta el alma y reconforta mis pensamientos.
Fuiste mucho más exquisito que el grano de la montaña,
tus besos eran mucho más cargados que el café de la abuela;
con el azúcar exacta, ideal para mi.
Pero pasada la mañana ya no siento su efecto cálido en mi interior.
Mi cuepro anda fatal pero mi alama ni hablar.
Cinco meses desde que no estas, siento que muero de realidad.
En vano espero tu aroma,
como cuando se cuela el café que aún dormida lo siento.
Cada día que pasa mi alma fallece lentamente ,
mi cuerpo se desgasta en el tiempo
y a pesar de no tener tu reflejo en mis pupilas dilatadas;
no quiero ser salvada.
Quiero morir y así también moriría
es aparte de ti que vive en mi.
Cuando mi piel se vuelva polvo
se borrarán tus huellas
y podré volver sin ti,
sin tu nombre entre mis suspiros.
Sin el recuerdo de tus exquisitos besos
y caricias de cafeína.
Mi alma junto contigo se desvanece con el humo del café.
Estoy perdiendo mi alma...
Quizá sea porque cada día,
cada minuto y cada instante
estoy un paso más cerca de mi muerte.
Ese sin sabor que provoca un café frío
que apesar de estar dulce me retuerce las entrañas;
llaman a mis náuseas a una fiesta a las que no invité.
Los residuos de azúcar con café,
se han endurecido en el final de la taza;
así como los momenbtos felices entre los dos.
Tan difíciles de lavar y esa sensación de satisfacción
cuando esta limpia otra vez, como mi alma,
cuando luego de su muerte y la tuya;
volvió a vivir.