Me enfermas

¡Eres tan irritante!

Caminas con autosuficiencia,

con tanta indiferencia y prepotencia

que me produces náuseas.

Estalla mi cólera verte ahí,

riéndote,

con ésa risa etérea

que ahoga mis oídos.

Como le sonríes a ellos,

como pueden ser tan ilusos

de no ver lo fría que eres.

Mujer arrogante y de gran sonrisa,

caminas como si el mundo fuera tuyo.

Tu rídicula seguridad me dan ganas de vomitar

y más cuando mencionan tu nombre,

mis ojos se retuercen solos.

¿Quién te crees?

Inlcuso pensé que era yo el prejuicioso

pero te saludé aquella noche de otoño;

apenas y me miraste,

me diste una sonrisa distraída

y un lejano "hola".

¡Me enfermas, toda tú me enferma!

Cuando estamos entre las mismas cuatro paredes;

me miras fijo y finges que me ignoras.

Miras a otro punto equis distante

y mis ojos recorren tu piel de invierno,

¿Cómo logras que me de fiebre?

¡Cuánto te destesto!

¿Nadie ve lo que yo?

¿Acaso tu sonrisa de elixir los tiene ciegos?

¿Será que tus enigmáticos argumentos los distraen?

¿Tal vez la elocuencia de tus palabras los ensordecen?

¿O es ése carácter excéntrico que los tiene embobados?

¡Oh mujer, tú me enfermas!